Thursday 15 January 2009

Fatídicos 2.5º Centígrados

Lic. Abraham Samuel Perez / samperez@url.edu.gt
2.5º Celsius más en el planeta, produciría cambios fundamentales en el ecosistema global. Según el IPCC[1] esto sucederá en el 2040 si no se hace nada hoy.
El calentamiento global es una realidad. Existe suficiente evidencia irrefutable del calentamiento global que negarlo es tan absurdo como negar la redondez de la tierra. En lugar de negar la evidencia empírica consensuada por más de 2500 científicos de más de 130 países, el tema debe abordarse desde otras perspectivas: ¿Cómo impactará dicho fenómeno en la vida sobre el planeta?, ¿Estamos preparados como humanidad para adaptarnos a los cambios en el ecosistema, consecuentes al efecto invernadero y el incremento de la temperatura media del planeta?, ¿Cuáles son los costos netos de mantener la actual tendencia en el aparente irreversible aumento de la temperatura global? Si la causa es la utilización de combustibles fósiles, ¿qué costos y beneficios conlleva la reducción en su uso y las eventuales alternativas de generación de energía? ¿Existen soluciones? El IPCC propone que para reducir los fatídicos 2.5ºC debe eliminarse al menos el 80% de emisiones de Co2 para el 2040. ¿Es eso posible?
El sesgo político e ideológico hace que el debate adquiera dimensiones a veces ridículas, como negar caprichosamente la evidencia con argumentos aislados o ataques personales, llamando “eco histéricos” a quienes se pronuncian sobre el tema. En el otro extremo, se han sobredimensionado los efectos del calentamiento global a niveles amarillistas.
Pareciera que el tema del calentamiento global responde a una estrategia global para cambiar el uso de combustibles fósiles hacia otras alternativas. Al final del día, un tema económico en el cual se está convenciendo paulatinamente al rechazo de la generación de energía fósil y con ello iniciar la transición a fuentes alternas, con todo lo que esto represente en materia geopolítica y económica. No debe dejarse a un lado la inminente reducción de las reservas mundiales de petróleo en el mediano plazo. La tasa de uso del petróleo per cápita ha sido mayor que la tasa de producción de dicho insumo; y si es efectivamente cierto que en menos de 100 años casi hemos terminado la mitad de la producción mundial de petróleo, es justo ahora el momento para iniciar la transición a fuentes alternativas de energía. El argumento del calentamiento global puede ser la mejor excusa para que, por el lado de la demanda, la población mundial decida cambiar voluntariamente a alternativas energéticas a través de sus decisiones individuales. Por el lado de la oferta, los grandes productores de bienes dependientes de fuentes energéticas fósiles tuvieron suficiente tiempo para desarrollar su estrategia de transición en los productos y mantener la cuota de poder de mercado ahora con productos alternativos. Ej. Carros híbridos. Las fuentes de energía alternativa, son un substituto al poderoso oro negro que si antes no fueron desarrolladas, hoy son codiciadas y promovidas en todo el mundo. El calentamiento global es evidente. El error es la forma cómo se ha abordado el debate. Deben evaluarse sus causas, sus consecuencias así como los motivos del súbito apoyo político mundial hacia el tema. No debe descartarse que el calentamiento global, más allá de sus dimensiones ambientales, tenga un trasfondo geo-político y económico en cuanto al delicado tema energético en el mundo postmoderno. ¿Que papel juega Guatemala en este asunto del cual cobardemente escondemos la cabeza? Una pregunta que debemos contestar.
[1] Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, por sus siglas en Inglés.

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