Sunday 6 June 2010

EL ECONOMISTA FRENTE AL NUEVO MILENIO


En estos tiempos de globalizante postmodernidad, no es suficiente hablar de conocimientos para el desempeño. Además del saber, se requieren habilidades y aptitudes, así como destrezas y valores. En conjunto, el responder a las cambiantes necesidades así como la versatilidad para mantenerse en constante cambio son cualidades que hoy por hoy no son fácilmente identificables en las personas. Sin embargo, el estudiar Economía puede que brinde respuestas a las inquietudes de las necesidades del mercado laboral así como de la sociedad en su constante evolución.
La economía es una disciplina que va más allá del momento social o sistema económico. Esto es porque la economía existe desde que surge el Ser humano y por ello es capaz de ver los fenómenos de forma completa y dinámica. Las competencias que debe poseer un economista van desde la comprensión del problema fundamental del Ser Humano, que es satisfacer sus necesidades, hasta el uso optimo de los recursos productivos para elaborar los satisfactores que se demanden, en un contexto local, nacional o global. Asimismo, según la aplicación de la disciplina que elija el economista profundizar, así será el campo de acción y desempeño del mismo.
La economía como carrera base, con especializaciones aplicadas a nivel de postgrado puede ser la mejor fórmula según el ámbito de acción que el profesional prefiera abordar. Por ejemplo, las finanzas, la banca, el desarrollo social sostenible, el medio ambiente, la empresarialidad, la descentralización, la academia y la investigación, la economía política, etc. En el ámbito empresarial, el economista es competente en comprender a la empresa en el contexto, político, social, económico y ambiental donde ésta se desenvuelva. Es capaz de interpretar los fenómenos económicos que pueden afectar a los mercados y a la empresa en sí. Pero también el economista a nivel técnico es capaz de analizar y tomar la mejor decisión en cuanto a la optimización de los recursos, ya sea de una empresa, de su propia familia, de una comunidad, de un país o una región.
Es importante resaltar que la economía no se circunscribe al estudio del funcionamiento de una empresa. Eso sería reducir la disciplina en una mínima expresión. La economía se define como una ciencia a partir de uno de los más grandes personajes: Adam Smith en el siglo XVII. Sin embargo la economía surge con el surgimiento del Ser Humano pues la forma en que las personas satisfacen sus necesidades es una constante. Hoy se habla de dinero, la bolsa y los mercados… hace no mucho tiempo se hablaba del trueque o de los modos feudales de producción como una forma de satisfacer las necesidades individuales y sociales de las personas viviendo en comunidad. No muy lejos se hablará de la economía virtual y sus consecuencias. De esta forma la economía sigue evolucionando en el tiempo. Pero la economía también es arte y filosofía. La capacidad de utilizar los conocimientos y herramientas de análisis para aplicar en las decisiones de inversión financiera, en la optimización de recursos en función del bienestar individual, empresarial o social muestran la versatilidad de un buen economista. Hay economistas inmersos en los grandes problemas sociales del siglo XXI, como la pobreza y la ética y los recursos naturales, y también lo hay en la bolsa de valores y grandes empresas transnacionales. Las decisiones únicas y sin parangón que debe tomar, utilizando la razón, el pensamiento lógico pero también la creatividad hacen que el economista posea cualidades humanas poco comunes. El rigor matemático con el que el economista plantea los problemas lo convierten en un solucionador de problemas. Un buen economista sabe como plantear los problemas y descomponerlos en partes para encontrar la solución optima de acuerdo a los objetivos a alcanzar. Las empresas e instituciones del siglo XXI aprecian esta competencia profesional. Por lo tanto, el economista es quien actúa de la mejor forma en la toma de decisiones trascendentales que tienen que ver con la asignación de cualquier recurso y su optima utilización. Mi nada humilde, pero sincera apreciación es que el mundo sería mejor si todos los empresarios y políticos fueran economistas. Según el Wall Street Journal, asì como datos de la Universidad de Colima, México, la carrera de economía está en crecimiento. Este boom puede tener alguna explicación que no hemos investigado a profundidad, pero vale la pena mencionar que en la historia de la humanidad son los economistas los que han provocado grandes cambios a nivel político, academico y social... y lo siguen haciendo. Aristóteles, Platón, Tomas de Aquino, Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx, Robert Solow, James Buchanan, John Keynes, Milton Friedman, Frederick Von Hayeck y mas recientemente los “Chicago Boys”, Amartya Sen y John Nash son algunos ejemplos de pensadores que opinaron e influyeron sobre las sociedades, la política, la academia, y también en la forma de hacer negocios utilizando a la economía en sus planteamientos. No es sorprendente entonces, que cuatro de los veinte intelectuales más influyentes del mundo del Siglo XXI sean economistas de profesión . Posiblemente el incierto futuro nos lleve a otros modelos de distribución de los recursos, y las empresas serán distintas y la forma de hacer comercio también, pero seguramente los economistas seguirán existiendo

Blog Archive