Friday 3 December 2010

PAIS DE EMPRENDEDORES


Hoy por hoy todas las universidades en Guatemala han incorporado el tema de emprendimiento en sus programas. Proceso iniciado ya hace 10 anos en la URL, desde la Facultad de Economía con el apoyo de GTZ y AGEXPORT. En ese tiempo el tema de emprendimiento era una novedad en el ambiente. Sin embargo, en corto tiempo ha pasado a ser una parte importante del Debate Nacional. Enhorabuena a la UFM por su participación en el Global Entrepreneurship Monitor report, el cual, entre otras fuentes, utilizo para darle soporte a esta columna.
Según un estudio del BID (Angelelli y Listerri, 2002), los elementos que deben prevalecer para que el clima en una economía sea propicio para establecer nuevas empresas son: La existencia de un ambiente macroeconómico de calidad, una economía suficientemente grande, adecuada disponibilidad de factores productivos y servicios especializados, que los sectores de la economía sean suficientemente diversificados, que las empresas y empresarios tengan un alto “valor social”, que exista un sistema educativo que genere motivación y habilidades para emprender e innovar, que el marco que regula la actividad económica sea simple y efectivo, que las personas tengan un alto potencial emprendedor y que exista un elevado nivel de capital social a nivel nacional y a nivel local. Esto último significa niveles de confianza entre la población y en las instituciones.
El comercio mundial a través de la apertura de fronteras y la facilidad de la comunicación obliga a que los países sean más competitivos por lo que el fomento a la productividad y a la creación de nuevas empresas son elementos importantes para insertarse en el proceso de desarrollo económico mundial. Nuestro país se encuentra frente a retos bastante grandes en ese aspecto.
La pobreza estructural y los problemas de desigualdad y discriminación social que se viven hacen necesario actuar cuanto antes y revisar la dirección que el país necesita establecer. O somos un país de emprendedores con una política definida en ese sentido (que tome en cuenta la realidad nacional) o sencillamente existen felices ocurrencias por parte de los gobiernos que entorpecen la confianza de los agentes económicos al cambiar las políticas cada cuatro años. Fomentar empresarialidad no riñe con las ideologías políticas imperantes en el siglo XXI. Las empresas son a la economía imperante lo que las familias a la sociedad. Matices sobre escenarios ideales según el contexto debe ser el debate.
Está demostrado que la educación, los valores transmitidos por el contexto familiar y social y por modelos ejemplares son aspectos importantes en la generación de la motivación y las habilidades para que los individuos consideren la opción de iniciar una empresa dentro de su proyecto de vida.  En Guatemala es necesario atender el problema de desempleo con urgencia. Cada año se incorporan a la fuerza laboral mas de 150 mil nuevos jóvenes dispuestos a trabajar. Para absorber esta cantidad de trabajo se requiere de la conformación de al menos 32 mil nuevas empresas que generen en promedio 5 empleos de calidad. El Global Entrepreneurship Monitor, elaborado por la UFM nos informa que lamentablemente en Guatemala el 59% de nuevas empresas no generan empleos. Según el GEM, el déficit de empleo formal es de 3,240,000, por lo que la creación de empresas que absorba a dicha población desocupada deberá ser de al menos 324,000 empresas que generen 10 empleos cada una. La creación neta de nuevas empresas según el Registro Mercantil fue, de enero a junio de 2003, de unas 8 mil. Una cifra preocupantemente baja tomando en cuenta la cantidad de población desocupada y subempleada (más de 3 millones de guatemaltecos).
Las políticas públicas deben ir encaminadas al mejoramiento de la calidad de vida de la población, formando un entorno favorable para la creación de riqueza y productividad, con acceso equitativo a oportunidades de desarrollarse, pero con una visión sostenible en materia fiscal, cultural, ambiental y social.
Entrar a competir en el mercado guatemalteco es tarea difícil. Aunque según el GEM iniciar un negocio es relativamente barato en Guatemala (4,793$) y existen algunas alternativas para financiar un proyecto empresarial, el sistema financiero guatemalteco es aún un fuerte obstáculo para el acceso al crédito de los jóvenes emprendedores. Los datos del GEM también sugieren que no existe acceso a financiamiento privado a nuevos emprendimientos.
El Gobierno tiene una tarea complicada, pero muy clara: además de atender a los más necesitados con políticas sociales que busquen mejorar las condiciones individuales y fomenten la igualdad de oportunidades, debe generar paralelamente un clima apropiado para que las actividades empresariales sean accesible para todo individuo que está dispuesto a romper el equilibrio del mercado con ideas nuevas y creativas. Sin embargo, abrir una empresa no es tarea sencilla y peor aún en un clima con capitales concentrados en industrias estratégicas.

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