¡HARTAZGO!
¿A quién sirve el gobierno en
Guatemala? ¿Se está convirtiendo el gobierno en una dictadura de facto?
(Publicado en Prensa Libre el 25 de septiembre del 2014)
Una semana basta para evidenciar los abusos de
poder por parte de funcionarios públicos, tales como el descaro de realizar actos
relacionados con proselitismo irrespetando la ley electoral vigente, la
corruptela y las redes delincuenciales ligadas a funcionarios públicos; la
agresión a periodistas de elPeriodico, el uso de la fuerza en contra de la
ciudadanía en Sacatepéquez y las infames declaraciones de la Vicepresidenta viéndole
al pueblo la cara de tontos son ejemplos de un gobierno que no respeta a la
ciudadanía ni a la institucionalidad Democrática.
Los peores enemigos de un gobierno con
aspiraciones totalitaristas o, sin ir muy lejos, que no comparta el principio
democrático del origen del poder ciudadano, son la prensa independiente, los
formadores de opinión independientes y el periodismo investigativo serio que
evidencie corrupción y abusos pero sobre todo, un pueblo harto. En Guatemala se
han dado una serie de eventos, que más que avergonzar a quienes hoy poseen el
poder político, debiera preocuparle a usted. Lo que sucede en el ámbito
gubernamental no es ajeno ni trivial, como para limitarse a reir, encogerse de
hombros o resignarse y esperar… perpetuando la actitud conformista de “a ver
qué pasa”.
No ha sido gratis que en Guatemala exista el
derecho a expresarse, el derecho a disentir y el derecho a fiscalizar la
autoridad delegada en funcionarios. Ni somos lacayos, ni somos esclavos. Somos
ciudadanos, Joder!
El Gobierno muestra que a estas alturas trabaja
exclusivamente para sus financistas y con el objetivo de fortalecer su partido
político y su (discrecionalmente impuesto) candidato presidencial. Más que acomodarnos
en la indiferencia, qué tal empezar a hacer que las cosas sucedan? ¿Sabe cómo
se construye la historia en un contexto democrático? Participando. Asignando un
poco del tiempo personal en algo más allá que las tareas diarias. Seguramente
usted que lee esta columna es de esa población privilegiada, que tiene la
oportunidad y libertad de usar un poco de su tiempo para manifestar su hartazgo
(desde las cómodas redes sociales hasta levantarse del escritorio, como sugiereFelix Alvarado).
Unirse a ese clamor que viene gestándose en cada Guatemalteco desde
hace mucho tiempo: Hartos y hartas del abuso a la libertad de prensa, Hartos y hartas del
irrespeto a las leyes, hartos y hartas de la represión, hartos y hartas del abuso de poder,
hartos y hartas de la corrupción y tráfico de influencias, hartos y hartas de la violencia,
hartos y hartas de que ninguna propuesta política presente cambios de fondo para
corregir el rumbo del país. Hartos y hartas de ministros mediocres, no aptos para su
puesto y/o con oscuras relaciones de poder. Hartos y Hartas de que insulten nuestra inteligencia.
Algunos acostumbramos dar “me gusta” o reenviar
artículos como éste en redes sociales y luego esperar a que la realidad nos alcance.
¿Qué tal si somos artífices de una nueva realidad? Lo peor que podemos hacer es seguir con la
indiferencia, no hacer nada y esperar a que pase algo. Yo le invito, sin
embargo, a que utilicemos dos valiosas herramientas gratuitas que poseemos; que
son genuinas y sobre todo muy poderosas siempre y cuando haya unidad: la
primera es reconocer el poder que la democracia nos da a cada ciudadano, la
segunda, el derecho a expresar libremente lo que pensamos y sentimos. Usted de
que esta harto/a? Vienen tiempos de cambio.
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