Saturday 11 February 2012

Cambiar para que cambie lo que no quiero


Cambiar para que cambie lo que no quiero
Samuel Perez
Una de las cosas que se repiten en Guatemala es el creer que por escuchar un mensaje motivacional los problemas de fondo del país automáticamente se van a resolver. Y los problemas del país, se originan en los problemas socioeconómicos. Es cierto, el video de Arjona es extraordinariamente impactante y bello. Aunque haya costado lo que el Gobierno necesita para disminuir la desnutrición en uno de los municipios del país pero que el mismo ex VP de la Pepsi en Guatemala no quiere patrocinar a través de impuestos según manifiesta en sus columnas de opinión.
¿Será que la pobreza se eliminará después de ver el video de Arjona? ¿Será que la violencia se resolverá después de subir un volcán? ¿Será que con comprar big macs resolvemos la desnutrición estructural de 1 de cada 2 niños que viven a menos de dos horas de la capital? Y perdón por no caer bien con mis comentarios, pero prefiero ser honestamente realista a ser hipócritamente optimista.
Los problemas en Guatemala se han identificado desde su estructura. 
Por ejemplo, del lado económico y de desarrollo individual la desnutrición crónica, la desigualdad, la pobreza absoluta en las mayorías, la discriminación y el asumir que en Guatemala hay ciudadanos de primera clase, de segunda y hasta de tercera categoría solo por su color de piel, su pertenencia étnica, su actividad laboral o su género. Por el pecado de haber nacido con el género incorrecto, el apellido incorrecto en el lugar incorrecto y en el tiempo incorrecto. 
Esas enfermedades sociales que impiden que cada chapín, (esa mayoría de buenos guatemaltecos-as) tenga la libertad para elaborar y vivir su propio proyecto de vida que incluye salir de su situación de pobreza material entre otras. O esa discriminación étnica que hacemos cada día al contar chistes racistas, al reírnos de ellos, o asumir que una persona vale mas o menos, o tiene más o menos derechos por su color de piel, su apellido, sus preferencias, su ideología política, su religión o su pertenencia etnica y lugar de residencia.
No hay almuerzo gratis. Parte de lo que costó hacer el video de Arjona (para recordarnos lo que ya sabemos) podía haber contribuido para implementar el plan piloto de la “súper tortilla” (Q20 millones). Pero quién quiere comer tortillas si podemos comprar Pepsi, (esa que toman los famosos), en la tienda de don Beto aunque así se mantenga un círculo de desnutrición. 

Los niños que se ven en el video de Arjona pero que no se les filma en un día cualquiera en Guatemala, son aquellos que para ir a la escuela tienen que pasar por lodo, caminar 2 o 3 Km. bajo la lluvia en la madrugada fría y estando allí aprender en blocs y laminas un alfabeto que no les servirá para ir a ninguna universidad ni para salir de su situación de pobreza. Los inmaculados buses que se ve recorrer las carreteras aparentemente seguras son los que se embarrancan porque sus dueños -diputados algunos- no les dan mantenimiento o se lavan las manos al tener que asumir su responsabilidad legal. Los paisajes y el lago de Atitlán, que está contaminado por muchos agroquímicos que bajan de las fincas de azucar usadas para hacer Pepsi, Coca y  Seven Up tambíen están llenos de bolsitas de frituras, latas y plasticos PET en el fondo, no digamos de vallas que impiden ver ese país que tanto amamos. Como la maratón de Tikal que no le dejó nada al parque mas que basura de los patrocinios y una pompa publicitaria que se traduce en menos impuestos a pagar. 

Sinceramente, prefiero ver a un montón de Guatemaltecos viviendo en igualdad de condiciones que un país de pobreza lleno de videos motivacionales y distractores donde es mas importante el dinero que la vida misma, en donde para promover una bebida gaseosa no nutritiva y que mantiene un círculo de desnutrición, se deja de pagar impuestos urgentes para cambiar lo que no nos gusta en Guatemala.

Peor aún, quien trabajaba en dicha empresa y profesor de una universidad donde estudian las nuevas generaciones que heredarán mucho poder económico para cambiar lo que se debe cambiar en Guatemala pregona en sus columnas de opinión que el Gobierno es el problema, que no se deben pagar mas impuestos y que para salir del subdesarrollo hay que apoyar una reforma constitucional que solo beneficiará a ese mismo grupo de millonarios que se beneficia de la pobreza y la ignorancia de las mayorías (incluido/a usted que lee esto aunque no lo crea).

No es con videos motivacionales como cambiará lo que no quiero en Guatemala. Es con acciones y con conocer la realidad del país. Ni optimista ni pesimistamente. Le guste a Ricardo o no. Veamos la realidad y a partir de ella construyamos. No fantaseemos que "Guatemala es un Disneylandia". Aunque la verdad duela es mejor verla que esconder la cabeza como al avestruz. Para armar un rompecabezas debemos ver las piezas completas, las bonitas y las que no nos gustan. Con esconder las que no comprendemos o no nos gustan no solucionamos los problemas. 

Cambiar para que cambie lo que no quiero implica que las empresas que se benefician de la pobreza y poca educación de los chapines para generar ganancias extraordinarias, paguen más impuestos que los padres de Juan en Santa maría milpas altas. Que las transnacionales que dejan solo basura y obesidad y se llevan de regreso a sus países las utilidades, paguen un poquito más de impuestos que el mismo Don Beto de la tienda, a quien no le alcanza para comprarle zapatos nuevos a sus hijos y quienes por no contar con plata para comprar leche tienden a malnutrirse al consumir pepsi, coca y tortrix de refacción diaria. O será que a la empresa de bebidas le conviene mantener a un pueblo ignorante y a una mano de obra barata para generar más ganancias y evitar que se den cuenta del potencial peligro a su salud al abusar en el consumo de sus productos?

Implica construir ciudadanía para que no sigamos estrangulando instituciones públicas, implica conocer un poco mas de la historia de este país para darse cuenta de los motivos que lo mantienen en el subdesarrollo, implica la incomodidad de dejar la indiferencia y la negación a los problemas de fondo del país, implica ver a los guatemaltecos como hermanos y no como mano de obra barata, a los guatemaltecos como emprendedores y no como consumidores sin criterio propio, a los mayas como pueblos originarios de esta tierra y no como mano de obra barata (o sugerir que hoy descansan en Tikal sin ver que están tan vivos-as como cualquier "ladino"-a) o considerar a la muchacha de la casa y a los niños de la calle como personas y no como cosas que respiran y que están allí, a dejar de contar chistes racistas, a empezar a apostarle a las instituciones, a que si trabajo en el estado voy a hacerlo por el objetivo último de cambiar el futuro del país y no cambiar mi individual situación económica. Esa es la propuesta.

Por favor no me confunda, precisamente porque amo a Guatemala así como Arjona también lo hará, también me arriesgo a ser tachado de pesimista o qué se yo más insultos vendrán a quienes se pronuncian con verdades y argumentos.(los cuales finalmente llegaron, aunque no los tomo para mí). Argumentos mas racionales y menos hepáticos digo. 

Prefiero escribir una columna brutalmente honesta pero con realidades mas que con mensajes motivacionales que aunque pueden hacernos sentir bien hoy nos distrae de los verdaderos problemas del país que seguramente no se resolverán tomando Pepsi. Bien dice el dicho que de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno y con emotivos mensajes se han puesto y mantenido en el poder a los mas grandes tiranos ingenuamente por parte de las masas acríticas y tontos utiles.

La responsabilidad social de una empresa no es patrocinar directamente videos, obras beneficas, partidos de futbol o conciertos. Eso es caridad y como decía alguien por aquí, en un contexto de discriminacion y racismo la caridad es arrogante... y duele. Nadie quiere limosnas, para eso se creó el Estado democrático, para resolver los problemas que el mercado no resuelve. Para eso está la función redistributiva de los impuestos, para que nadie esté encima de nadie... mas que la ley.

La responsabilidad de las empresas ademas de cumplir la ley, dar trato justo a sus empleados es aceptar las leyes y regulaciones de un país, que incluye el pago de impuestos, que incluye el cuidado del ambiente y que debiera incluir responsabilidad moral cuando el producto no provoca mas beneficios que los que la publicidad promete aparentemente. Es eliminar las externalidades negativas que produce y si no puede, entonces debe aceptar sus responsabilidades legales y morales. Le guste o no al CEO de la pepsi, a sus voceros o a quienes se ven afectados por sus acciones irresponsables. Eso se llama Justicia.

El video y la buena intención de Ricardo Arjona, además de tener imágenes extraordinariamente bellas de Guatemala, nos recuerda lo que todos-as ya sabemos. Que "Guatemala somos vos y yo y que cuando estés tentado de fallarle a Guatemala hay que pensarlo dos veces…" 

Realmente no creo que la mayoría de chapines que ven ese video se despierten con la intención de “fallarle” a Guatemala y como Ricardo se los recordó, dejarán de hacerlo. De hecho, tampoco creo que incluso quienes le fallan a Guatemala lo hagan con ese objetivo. Probablemente muchos le fallan sin saberlo y otros sabiéndolo tendrán otros motivos personales y de satisfacción individual. Tampoco creo que quienes le hacen daño al país dejarán de hacerlo, pero talvez si estarán emborrachandose y celebrando con cubitas revueltas en pepsi y coca cola, lo cual es lo que al final de cuenta$ le intere$a a las empresas.

Lo que sí creo es que para cambiar al País la mayoría de chapines ya están haciendo su trabajo cada día, pagan sus impuestos, respetan la ley y buscan desesperadamente como mejorar al país. Tanto Arjona como don Beto están haciendo lo suyo, el problema es cuando quienes tienen el poder de cambiar al país, sabiéndolo, no lo hacen. 

Es un grupo de elite la que no pareciera querer cambiar, probablemente porque al cambiar al país dejarían de tener los beneficios que hoy tienen y es a quienes les conviene callar de alguna forma a quienes abren ojos, a quienes escriben con verdades en la mano, a quienes no tienen objetivos de lucro sino un poco más humanos, pues al final todos-as estamos en el mismo barco. 

No por nada la campaña de "no mas impuestos" por parte de libertópolis, o la sistemática destrucción mediatica de todo lo que huela a desarrollo social, ambiental o fiscal. A quién representa ese programa radial y... movimiento? Claramente a ese grupo de poder que no quiere cambiar lo que puede cambiar, seguramente porque no hay nada que les beneficie con el cambio. Entonces mejor usemos el lindo slogan para promover el consumo de los productos que les siguen manteniendo en su posición de poder economico. Los financistas de las campañas tambien son los financistas de los pocos medios de comunicación que por ser negocios y buscar el lucro no tienen más remedio que con temor, procurar no ofender a quienes les dan de comer... si es así, algo está mal con el sistema.

Finalmente, creo que para amar a Guatemala y para cambiarlo no se necesita vivir allí, argumento que quienes se ven amenazados por mis columnas u opiniones les encanta echarme encima.

En lo personal me considero un ciudadano global más que un nacionalista radical. Precisamente porque amo al país donde nací y del cual soy ciudadano y creo en la humanidad sin fronteras es que escribo lo que escribo y hago lo que hago. Porque dificilmente alguien en Guatemala puede hacerlo libremente.

Precisamente porque estoy comprometido con el país que me vio nacer, pero más aún con el futuro de un planeta que se está muriendo en muchos sentidos, cada día procuro leer y aprender más, y ser más crítico que conformista, y me doy cuenta de cuanta realidad se tergiversa a través de los medios viviendo en una burbuja en Guatemala. Tristemente es afuera del país donde se ven los problemas más claros y con objetividad. Alegremente, no se necesita vivir en Guatemala para cambiar "a mi país", así como no se necesita vivir en Uspantán, Cajolá o San Juan Atitán para cambiar la situación de los niños y niñas que allí viven. Es cuestión de querer, pues así como tampoco vivir en el país siginfica cambiarlo para bien necesariamente.

Se necesita, eso sí, ser crítico, usar la inteligencia, esa que traemos implícita cada uno de nosotros/as, desde que nacemos y dejar de creer que “los buenos” son quienes nos llenan de miel los oídos y nos distraen a costa de su beneficio personal. Se necesita empezar a escuchar la voz de la razón, de la realidad a través de la voz de cada chapín que subsiste a fuerza de su trabajo más que la de la televisión y la radio, medios que sin el dinero de la Pepsi por ejemplo, no pueden subsistir en el país. Creo sinceamente, que si quisiera ser populista sería "la misma porquería", escribiría sobre cosas bonitas y este blog no existiría.


8 comments:

Sylvia G. said...

Es interesante tu reflexión. Cuando vi este video y otras publicidades y campañas similares pienso algo parecido a lo que describes, pero nunca había profundizado tanto, porque la verdad creo que debo ver cada cosa en su dimensión. A mi me pareció que este video intenta motivar al guatemalteco que como yo, pasa la mayor parte del tiempo frustrado por vivir en un país destruido por su propia gente, si cada uno se sintiera parte de una Guatemala digna quizá no habría tanto crimen, estafa, asesinatos, secuestros, etc. Pero a qué proporción de población motiva? la triste respuesta es a los convencidos. Porque los que la destruyen también están convencidos de lo contrario y detrás de cada uno hay una historia económica y social asociada a la realidad que planteas. Para mi es una publicidad que intentan dar a conocer una imagen positiva tanto afuera como dentro del país. Quien colabora es un cantautor cuyas acciones se enmarcan dentro de su propio quehacer de artista, además de otras iniciativas como el apoyo a artistas jóvenes guatemaltecos que da por medio de su fundación. Yo eso no puedo criticarlo, y en cambio si lo admiro, porque hace más que lo que yo hago por promover cambios. Quienes tienen en sus manos la inversión social deben hacerlo y a los ciudadanos de todas las categorías (yo soy de segunda o tercera por ser mujer) nos queda fiscalizar y demandar y expresarnos y criar hijos conscientes que Guate es más que lo que sale en el video. Hacemos lo que podemos, el punto es cómo hacer para que todos vayamos en la misma dirección, y en eso comparto contigo que no son suficientes estas iniciativas, pero algo remueve (o conmueve) a algunos o no? la gente quiere ser parte del cambio pero se va por lo más fácil y lo más visible. Y los patrocinadores simplemente "invierten" en publicidad. Se me ocurre qué pensarán los presos de la zona 18 sobre este video? o sobre Guatemala? qué pensarán los presos del Matamoros? no todos son él resultado de las desigualdades... algo anda muy mal en nuestra sociedad y hasta la saciedad se ha dicho que son los valores, aquí y en el fin del mundo. En fin, se aprecian mucho tus comentarios, sigue escribiendo y removiendo nuestras propias reflexiones.

Raul said...

Muy buen artículo. En todos los planos. A mí siempre me choca que una marca se haga publicidad poniéndose el traje de monjita de la caridad. Me repugna. Si quieren hacer algo por el país, que paguen correctamente sus impuestos, que hagan una donación sin tambores ni trompetas, y que se callen, como los valientes. Eso de: "miren qué bueno soy", para sacarse una foto, es obsceno. Seguramente que si Jesucristo volviera, dinamitaría a los fariseos. Pero afortunadamente para estos que no volverá, porque la historia demuestra que es inútil.
Raúl de la Horra

Dani said...

Muy buen artículo Samuel, siempre coherente y crítico. Es un placer leerte.
Espero que la lucha en Guatemala continúe y se pueda hacer frente a esta ola neoliberal (qué prostitución por cierto de la palabra liberal!) que azota el mundo y que no hace más que beneficiar a los de siempre a costa de los de siempre.
Pero por desgracia mientras las instituciones globales sigan dominadas por los Lagarde, Strausskan, Merkel's y demás adeptos de los Chicago Boys...la tendencia es hacia la desaparición del Estado, de los impuestos y de toda "intromisión" en el mercado (véase derechos de los trabajadores).
Un fuerte abrazo
Dani (España PC33)

Samuel said...

Muchas gracias por sus comentarios, Sylvia, Raul y Dani. Ademas de valiosos los tomo como parte de mi proceso de aprendizaje. Un abrazo, sp

Claudia Antillón said...

Sammy!!!! qué gusto encontrarte por aki... triple like, un fuerte abrazo

Claudia Antillón

Gio said...

Atinado y certero. Gracias.

Giovanni Passarelli

Josias said...

Gracias por tu reflexión, espero que sigas utilizando tu preclara inteligencia para poner al descubierto todas estas conspiraciones tan macabras que hay en el país.
Sigue así eso es lo que necesitan los campesinos, los desnutridos, los trabajadores del estado, los transportistas; todos los guatemaltecos necesitamos conocer estas maldades.
Pues supongo que sirve de algo

Antonio G. said...

Lic. Dios le bendiga. Buen análisis.

Al igual que Usted, nos ha tocado arar en el desierto, intentando cada día el hacer eco en nuestra Gente, de que el cambio no está en iniciativas vacías, ilógicas y sin fundamento alguno.

El cambio se realiza desde el Anonimato, desde la Reserva, pero sobre todo, desde la Integridad de la Persona y desde el Trabajo realizado con Calidad, bien hecho y a la primera (Crosby, P.), lo que tanto nos cuesta a los Guatemaltecos.

Un saludo para Usted y mi felicitación.

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