Tuesday 18 March 2008

Atacar la Demanda

En los años 30s se legalizó y regularizó la venta de alcohol. Lo que era socialmente rechazado pero de facto realizado por muchos, fue enfrentado inteligentemente: el enemigo se hizo visible. Se puede regular, se puede gravar, se puede hablar de él sin tabúes y se puede erradicar en el tiempo. En el caso del cigarro, la batalla está ganada. Fumar perdió su exquisitez y glamour. Ahora fumar es de perdedores y cada día los fumadores se encuentran mas aislados. Hoy no hay áreas para no fumadores, sino pequeños espacios para quienes lo hacen. A pesar de lo terriblemente adictivo que es la nicotina, muchos productos salen al mercado para ayudar a quienes desean a dejar de fumar si la voluntad no es suficientemente fuerte. Clínicas y doctores especializados encontraron un nicho de mercado y generan toda una industria que genera grandes utilidades. Esto fue posible gracias a que el mercado del tabaco es visible. Los únicos ganadores del mercado del cigarro habían sido hasta hace poco, los productores. El consumidor no ganaba más que volverse adicto. El tabaco no se atacó eliminando las plantaciones de tabaco sino mas bien educando a la población, concientizando a los fumadores con evidencias sobre los males que acarrea a la salud y a terceros (fumadores pasivos), tales como cáncer, arterosclerosis e impotencia entre otros. En medio de leyes restrictivas, altos impuestos al consumo, y campañas de desincentivo a fumar, restricciones en publicidad y en el empaque, el cigarro es una industria que está apagándose. Tras alcanzar su cima en los 50´s, se ha mantenido a la baja. En resumen, se atacó la demanda con una estrategia de largo plazo. Al bajar los consumidores, los productores disminuyen. El consumidor inteligente fue más consciente al estar informado. Fumar ya no es una opción para quienes saben de los peligros y consecuencias del cigarro. Otras drogas hoy son hoy símbolo de status pero muy adictivas y destructivas. La relatividad de los valores y el fácil e irrestricto acceso a información propio del siglo XXI hacen que las drogas sean aceptadas y consumidas sobre todo en la juventud postmoderna que no tiene bases ni criterio para discernir sobre las consecuencias que éstas producen a sí mismo y su entorno social. A diferencia del tabaco, la batalla contra los productores de droga está perdida. Cada día los carteles son más fuertes y peligrosos. Los gobiernos no cuentan con los recursos necesarios para erradicarlos. Las armas, vehículos y dinero con que cuentan son mayores que los que el Gobierno cuenta. La mejor estrategia empieza en disminuir la demanda. En casa: hablando sin tabúes con los hijos y enseñando las consecuencias negativas que estos productos irreversiblemente ocasionan en la salud mental, física y emocional de los consumidores. Donde hay demanda habrá oferta. Un productor de droga existirá siempre que exista un consumidor. Atacar la demanda es el primer paso para ganar esa terrible guerra contra el invisible enemigo.

No comments:

Blog Archive