John, el motivador
(Este articulo fue publicado en Prensa Libre, en el año 2013. Sin embargo fue removido de la pagina web de dicho medio )
La realidad pesa
más que el optimismo. En vez de traer motivadores porqué no mejor cambiamos la
realidad?
John, el motivador de moda Twiteó que se
sentía honrado de aparecer en la portada de prensa. No agradecía a su dios, no
mencionaba lo conversado con el Presidente ni habló de su misión. El mensaje fue
mercadológico. Nada de malo para quien se gana la vida vendiendo sus ideas como
pastor y motivador empresarial. Creame,
esto va a funcionar dijo en la
entrevista con PL. Nada de malo en motivar a los chapines. Sin embargo, escépticos
que somos algunos, nos preguntamos cuales son los objetivos medibles del éxito
de su empresa bajo la realidad imperante en el país: 7 de cada 10 niños
indigenas cristianos o no, padecen desnutrición crónica. La educación promedio
es de 4.5 años primaria, 53% viven en pobreza y subyace un racismo y
discriminación estructural entre chapines. Pesimistas u optimistas, esa es la
realidad.
Los indicadores ayudan a entender la norma y las condiciones de vida del guatemalteco promedio, no de las excepciones. Sin embargo da la impresión de que la teoría prevalente en el Gobierno y en la elite empresarial de porqué estamos como estamos es que la culpa de la desnutrición y del subdesarrollo es porque no creemos en nosotros mismos, porque la actitud hacia la vida es pesimista y/o porque en el país no adoptamos los valores cristianos estipulados en el plan que John trae bajo la manga. “No venimos con respuestas, sino primero a aprender y escuchar.” Dijo John en su entrevista, sin embargo, al revisar su página web si existe un objetivo y una serie de acciones que su misión explica en el documento llamado “los 7 torrentes de influencia”. (ver este link con entrevista relativa al tema)
Los indicadores ayudan a entender la norma y las condiciones de vida del guatemalteco promedio, no de las excepciones. Sin embargo da la impresión de que la teoría prevalente en el Gobierno y en la elite empresarial de porqué estamos como estamos es que la culpa de la desnutrición y del subdesarrollo es porque no creemos en nosotros mismos, porque la actitud hacia la vida es pesimista y/o porque en el país no adoptamos los valores cristianos estipulados en el plan que John trae bajo la manga. “No venimos con respuestas, sino primero a aprender y escuchar.” Dijo John en su entrevista, sin embargo, al revisar su página web si existe un objetivo y una serie de acciones que su misión explica en el documento llamado “los 7 torrentes de influencia”. (ver este link con entrevista relativa al tema)
La solución, que propone el documento se basa
en una estrategia fundamentada en 7 pilares: En educación, por ejemplo, la “revelacion de dios” debe abrirse paso
por sobre la educación racional, crítica, liberal y humanística. Sobre las
artes, dice el plan que tanto las artes como los deportes y el entretenimiento
han sido capturados por “el enemigo”, por lo que debe ser liberado para darles
espacio a los artistas cristianos. En cuanto a los medios, los reporteros
hablaran poderosamente sobre los valores y principios de Dios.
En cuanto al Gobierno,
debido a que muchos cristianos han
abandonado la política, se considera a la misma como “del diablo”(sic). Le
recuerdo a John que el General que esta siendo juzgado por Genocidio así como
el ex Presidente exilado en Panamá fueron grandes predicadores Cristianos.
La realidad es que los indicadores mostrados son la consecuencia de una deficiencia estructural del Estado de garantizar condiciones mínimas de una ciudadanía sana, mínimamente desarrollada y de una democracia funcional. El cambio de esa realidad se fundamenta en la acción política. El optimismo motivacional radica en tener fé en que todo cambiara solo con creerlo y adoptar una religión única en el país.
PARTE II
En lugar de contar con
mercados eficientes, como la teoría económica sugiere contamos con mercados
estructuralmente concentrados. En lugar de una Democracia funcional se cuenta
con un Estado secuestrado por una elite que financia a Partidos y a Políticos,
compra a diputados y corrompe el sistema beneficiándose con armas de dos filos:
la débil institucionalidad y una ciudadanía acrítica, ignorante y poco envuelva
en la fiscalización pública; en vez de una población libre y cohesionada se
cuenta con una mayoría de individuos sin acceso a derechos y a un sistema de
Justicia funcional, irresponsable ante obligaciones y sin acceso a voz en el
debate público; sin representación en la toma de decisiones de política
nacional y sin poder de decisión en partidos políticos; en vez una estructura
de acceso a oportunidades que permitan la movilidad social el Estado es
excluyente, implícitamente racista y en la sociedad impera una masa critica que
tácitamente colude con las elites de poder por interés individual mas que por
el bienestar común.
La capacidad de coercion de esa estructura de poderes
concentrada constituye en el País una suerte de dictadura de la elite: Ni
democracia, ni libre mercado, ni sostenibilidad ambiental, ni movilidad social
ni desarrollo humano como fin a alcanzar. Mercantilismo en lo económico y
Oligarquía en lo político.
Lo anterior no se produce
espontáneamente pero tampoco surge porque no oramos suficiente en las escuelas,
ni se resolverá con orar más; no se produce por la carencia de Fe ni se
resuelve con que la población se convierta al Cristianismo. No es producto de
que la educación sea enfocada al
humanismo o al raciocinio[1]
(sic) (ver imagen abajo) ni se resuelve con seguir las doctrinas del Pastor, Cura, Imam o
Rabino. Esa realidad de País no es producto de la diversidad cultural, étnica o de creencias per-se.
Una cosa es fomentar valores
humanos hacia una cultura de paz, armónica, cohesiva, proactiva, trabajadora,
respetuosa del ambiente y a la vida en todas sus expresiones y otra cosa es
implementar una religión homogénea que entre otras cosas, promueva dichos
valores. El articulo de Oscar Pineda, Sociedad
sin Dios[2],
sobre la correlación entre Desarrollo Humano en países donde no impera una
religión única, sugiere que las realidades de Guatemala no se solventarían con
homogenizar al liderazgo político, económico, familiar, mediático y social en
una única visión religiosa, como buscan los 7
torrentes del plan de John Maxwell[3].
En Guatemala nos urge
cambiar, pero una cosa es adoptar valores de convivencia armónica y otra es
buscar implementar una religión única vulnerando a la población, coartando su
libertad de pensar, de creer, de cuestionar y de expresarse. El gran problema
del país es la concentración estructural del poder en pocas manos. Resolver esa
realidad es la prioridad. No como sugieres, John, creando otra estructura de
poder vertical basada en tu religión.
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Screenshot del tuit que mandó el 30 de agosto de 2016, despues de reunirse con militares de alto rango del ejercito de Guatemala... el "top brass" de la milicia en el país. ¿Porqué un evangelizador tiene acceso a dichos mandos públicos? ¿Estamos en un país laico o conformando un ejército fundamentalista?
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Tuit de Maxwell celebrando haberse reunido con el Presidente Jimmy Morales, 2016: