Wednesday 31 August 2016

John, el motivador


John, el motivador 

(Este articulo fue publicado en Prensa Libre, en el año 2013. Sin embargo fue removido de la pagina web de dicho medio )


La realidad pesa más que el optimismo. En vez de traer motivadores porqué no mejor cambiamos la realidad?

John, el motivador de moda Twiteó que se sentía honrado de aparecer en la portada de prensa. No agradecía a su dios, no mencionaba lo conversado con el Presidente ni habló de su misión. El mensaje fue mercadológico. Nada de malo para quien se gana la vida vendiendo sus ideas como pastor y motivador empresarial. Creame, esto va  a funcionar dijo en la entrevista con PL. Nada de malo en motivar a los chapines. Sin embargo, escépticos que somos algunos, nos preguntamos cuales son los objetivos medibles del éxito de su empresa bajo la realidad imperante en el país: 7 de cada 10 niños indigenas cristianos o no, padecen desnutrición crónica. La educación promedio es de 4.5 años primaria, 53% viven en pobreza y subyace un racismo y discriminación estructural entre chapines. Pesimistas u optimistas, esa es la realidad. 

Los indicadores ayudan a entender la norma y las condiciones de vida del guatemalteco promedio, no de las excepciones. Sin embargo da la impresión de que la teoría prevalente en el Gobierno y en la elite empresarial de porqué estamos como estamos es que la culpa de la desnutrición y del subdesarrollo es porque no creemos en nosotros mismos, porque la actitud hacia la vida es pesimista  y/o porque en el país no adoptamos los valores cristianos estipulados en el plan que John trae bajo la manga. “No venimos con respuestas, sino primero a aprender y escuchar.” Dijo John en su entrevista, sin embargo, al revisar su página web si existe un objetivo y una serie de acciones que su misión explica en el documento llamado “los 7 torrentes de influencia”. (ver este link con entrevista relativa al tema)

La solución, que propone el documento se basa en una estrategia fundamentada en 7 pilares: En educación, por ejemplo, la “revelacion de dios” debe abrirse paso por sobre la educación racional, crítica, liberal y humanística. Sobre las artes, dice el plan que tanto las artes como los deportes y el entretenimiento han sido capturados por “el enemigo”, por lo que debe ser liberado para darles espacio a los artistas cristianos. En cuanto a los medios, los reporteros hablaran poderosamente sobre los valores y principios de Dios. 

En cuanto al Gobierno, debido a que  muchos cristianos han abandonado la política, se considera a la misma como “del diablo”(sic). Le recuerdo a John que el General que esta siendo juzgado por Genocidio así como el ex Presidente exilado en Panamá fueron grandes predicadores Cristianos.

El liderazgo religioso deberá reconocer que toda la verdad viene de “la Iglesia” (sic) como el pilar de la sociedad. Es decir, que la solución, según la hipótesis de John, es que debemos de enfocar al país hacia una visión única basada en la Fé y valores de una religión única: La cristiana Pentecostal. 

La realidad es que los indicadores mostrados son la consecuencia de una deficiencia estructural del Estado de garantizar condiciones mínimas de una ciudadanía sana, mínimamente desarrollada y de una democracia funcional. El cambio de esa realidad se fundamenta en la acción política. El optimismo motivacional radica en tener fé en que todo cambiara solo con creerlo y adoptar una religión única en el país. 










PARTE II

El Estado (ese que conformamos, financiamos, dirigimos y auditamos) no es capaz de garantizar los mínimos derechos ciudadanos enunciados en los primeros 2 artículos de la Constitución y en la Declaración Universal de DDHH.


En lugar de contar con mercados eficientes, como la teoría económica sugiere contamos con mercados estructuralmente concentrados. En lugar de una Democracia funcional se cuenta con un Estado secuestrado por una elite que financia a Partidos y a Políticos, compra a diputados y corrompe el sistema beneficiándose con armas de dos filos: la débil institucionalidad y una ciudadanía acrítica, ignorante y poco envuelva en la fiscalización pública; en vez de una población libre y cohesionada se cuenta con una mayoría de individuos sin acceso a derechos y a un sistema de Justicia funcional, irresponsable ante obligaciones y sin acceso a voz en el debate público; sin representación en la toma de decisiones de política nacional y sin poder de decisión en partidos políticos; en vez una estructura de acceso a oportunidades que permitan la movilidad social el Estado es excluyente, implícitamente racista y en la sociedad impera una masa critica que tácitamente colude con las elites de poder por interés individual mas que por el bienestar común. 

La capacidad de coercion de esa estructura de poderes concentrada constituye en el País una suerte de dictadura de la elite: Ni democracia, ni libre mercado, ni sostenibilidad ambiental, ni movilidad social ni desarrollo humano como fin a alcanzar. Mercantilismo en lo económico y Oligarquía en lo político.

Lo anterior no se produce espontáneamente pero tampoco surge porque no oramos suficiente en las escuelas, ni se resolverá con orar más; no se produce por la carencia de Fe ni se resuelve con que la población se convierta al Cristianismo. No es producto de que la educación sea enfocada al humanismo o al raciocinio[1] (sic) (ver imagen abajo) ni se resuelve con seguir las doctrinas del Pastor, Cura, Imam o Rabino. Esa realidad de País no es producto de la diversidad cultural, étnica o de creencias per-se.

Una cosa es fomentar valores humanos hacia una cultura de paz, armónica, cohesiva, proactiva, trabajadora, respetuosa del ambiente y a la vida en todas sus expresiones y otra cosa es implementar una religión homogénea que entre otras cosas, promueva dichos valores. El articulo de Oscar Pineda, Sociedad sin Dios[2], sobre la correlación entre Desarrollo Humano en países donde no impera una religión única, sugiere que las realidades de Guatemala no se solventarían con homogenizar al liderazgo político, económico, familiar, mediático y social en una única visión religiosa, como buscan los 7 torrentes del plan de John Maxwell[3].

En Guatemala nos urge cambiar, pero una cosa es adoptar valores de convivencia armónica y otra es buscar implementar una religión única vulnerando a la población, coartando su libertad de pensar, de creer, de cuestionar y de expresarse. El gran problema del país es la concentración estructural del poder en pocas manos. Resolver esa realidad es la prioridad. No como sugieres, John, creando otra estructura de poder vertical basada en tu religión.














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Screenshot del tuit que mandó el 30 de agosto de 2016, despues de reunirse con militares de alto rango del ejercito de Guatemala... el "top brass" de la milicia en el país. ¿Porqué un evangelizador tiene acceso a dichos mandos públicos? ¿Estamos en un país laico o conformando un ejército fundamentalista?


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Tuit de Maxwell celebrando haberse reunido con el Presidente Jimmy Morales, 2016:


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